lunes, 9 de marzo de 2009

como no, coca-cola

Felicidad, vida, ilusión, alegría... si nos atenemos a las superpalabras que coca-cola ha hecho suyas durante toda tu vida y algo más (si me lees, no creo que seas de la quinta de Mascaró), uno tiene la sensación de que la marca de las marcas es, literalmente, de otro planeta. No quiero parecer pesimista, pero es que yo vivo en la sociedad en que vivo, no en la de las sonrisas incrustadas y la desinteresada dedicación a los demás... (aunque reconozco que coca-cola también se acerca de vez en cuando a esa sociedad, al día a día, con "está despedido", aplausos, "la niña, que está enamorada", etc., para demostrar que algo de nuestras vidas sí conoce). Ahora, Coca cola intenta emocionar sin una historia cercana, que nos atañe, que nos haga sentir identificados... mejor vamos al asunto:
Mascaró, o es el bisabuelo del recién nacido, o no me creo que sea una historia real. A ver qué ganas tiene el abuelo de todo ese trajín, con lo bien que se está en su masía, su campo, sus tomates... 
creo que la historia sí está muy bien contada:
empezando por un casting acertadísimo (creo que sólo con Mascaró habrían salido varios spots de efecto lacrimógeno), una locución deliciosa (aunque con una voz que resta 30 años al abuelo), unos planos muy cercanos, pura naturlidad (Mascaró vistiéndose, en el aeropuerto, etc., ), otros , más previsibles, que tienden peligrosamente a "la ciudad no es para mi" (paso por la gran vía) en un spot que pretende ablandar... bueno, en general el spot, estéticamente, ofrece más disfrute que desagrado. 
Pero una historia que sólo nos toca en la forma, no en el fondo:
Cuando cocacola hizo ese homenaje a los 80, trató imágenes, temas, momentos que todos los que hemos vivido esos años, todavía tenemos muy presentes, incluso nos han marcado.
Cuando coca-cola se sacó de la manga la niña del instituto que contaba a sus madre lo que su madre quería oír, las madres con hijas adolescentes sacaron pecho al verse identificadas en alguien capaz de deducir "la niña, que está enamorada"
el spot Aplauso está sustentado en situaciones poco frecuentes pero reales, cotidianas, donde todos reconocemos que hay que echarle valor, iniciativa, o lo que estáis pensando.
En estos ejemplos, hay un equilibrio entre creatividad y sensibilidad. hay creatividad, porque hay un guiño, hay ironía, hay una dosis de ingenio más o menos sutil, que nos acerca más al mensaje, que lo hce más "simpático"
La historia de Mascaró y el recién nacido es todo sensibilidad, no hay espacio para nada más. No hay guiño, no hay un plano donde percibir una sutil referencia a la actualidad, nada... en definitiva, trata un tema tan grande (sí, ya sé que en crisis es todavía más recomendable hablar de feclicidad), que a mi, no me llena, no me toca ni de refilón. Quizás este spot sea "para todos los públicos" y los demás tengan preferencia por algún colectivo, pero lo dicho, coca cola ya nos ha demostrado que sensibilidad y creatividad son, y deben ser compatibles, pero este no es el caso. Uf, por fin terminé.


4 comentarios:

Pedro Muñoz Valencia dijo...

Como he leído tu post en el trabajo, he tardado toda la tarde y me han dicho que hoy sólo me pagan medio día, a´si que creo que emprenderé acciones legales contra este blog.

A parte de eso, creo que es muy fácil meterse con los spot muy comerciales (qué paradoja), no voy a entrar en si es bueno o si es malo creativamente, ya que coincido bastante contigo. Eso sí, cumple con sus obejtivos, Coca-cola había bajado 11 puntos de notoriedad al no emitir spot en Navidad, y creo que con este los han recuperado con creces.

Vale que no recoge insights como los otros que has citado, que no es especialmente brillante en creatividad (el manido Carpe Diem) pero pregúntale a la gente que no esté relacionada con la publicidad si lo ha visto, si lo recuerda, si le gusta....

Madre mía, me quejaba de tu ladrillo y he acabado haciendo uno.

Un saludo.

José Luis García dijo...

Hola Pedro, gracias por tus palabras, creo que hay un debate en lo que dices que acompañará a este mundillo hasta que un robot japonés haga nuestro trabajo:
¿Un anuncio es bueno porque gusta, o porque obtiene resultados? (los hay que consiguen ambas cosas)
Notoriedad=recuerdo? Más móvil es un gran anuncio?
Hay marcas que hagan lo que hagan, son noticia?
Hay buenos anuncios que pasan desapercibidos?
malos anuncios que nos acompañan hasta la suciedad? ¿El Sol es más importante que los EFI?
¿Tengo que ser más breve para que llegues a fin de mes? No contestes ahora, hazlo después de la publicidad.
Mil gracias otra vez, un saludo.

Pedro Muñoz Valencia dijo...

Has puesto la punta de la muleta en el sitio y aunque he tardado voy a entrar al trapo de lleno, porque creo que el post merece un debate y no un comentario aislado.

Para un creativo vale más un Sol que un EFI, pero y para un anunciante? A un anunciante le vale el ROI venga de donde venga. El problema viene en que la nuestra es una de las profesiones más autofeladoras que existen, y muchas veces nos puede más el ego, de ahí que prefiramos el SOL, ya que es donde otros de nuestra calaña agachan la cabeza y nos hacen reverencias.

Dicho esto, el spot de más móvil no es un buen anuncio, vender y que se recuerde, también se trata de constuir marca, algo que los publicitarios decimos mucho y hacemos poco, y que muchas veces los anunciantes obvian en post de un cortoplacismo en ventas absurdo o en un chispazo de creatividad aislado.

Lo bueno de esto, la selección natural, la crísis estructural o coyuntural de la que todos hablan, que con un poco de suerte dejará tocados a los departamentos de marketing y a los publicitarios menos preparados, que también caerán gente y departamentos buenos... seguro, serán daños colaterales. Recemos para que no nos toque

Isi dijo...

Pues definitivamente "Lo siento", pero a mi como destinatario del mismo no me gusta. Puede que sea bueno, o no, puede que sea creativo, o no, pero no me dice nada. Si anuncia la "colaloca", pero la verdad es que si cuando lo hace en lugar de hablar de la "colaloca" habla de la empanada de berberechos me deja la misma sensación, también es una de las cosas buenas de la vida.